Entrenamiento por potencia y frecuencia cardíaca (w vs fc)
El deporte, junto a la tecnología, van evolucionando paso a paso, y con ello, nosotros, los deportistas.
El potenciómetro está irrumpiendo en el ciclismo y el triatlón de forma inminente. No es de extrañar, ya que cada vez son más los deportistas que descubren las aportaciones que nos ofrecen estos aparatos y deciden adentrarse en el mundo del entrenamiento por vatios.
En la actualidad algunos aún se mantienen escépticos a esta tendencia y otros por desconocimiento siguen haciéndose preguntas; ¿Cuáles son esas aportaciones? ¿Qué beneficios obtendré al entrenar por vatios? Y sobre todo la más escuchada ¿Qué diferencia hay entre entrenar por Vatios y por FC?
Aunque de momento podemos adelantar que “ni tan bueno, ni tan malo”, ambos métodos son válidos a la hora de entrenar y juntos pueden ser un arma muy poderosa a la hora de analizar nuestros entrenamientos.
Partiendo de que la FC es una respuesta fisiológica al esfuerzo y por lo tanto no mide la intensidad real de trabajo ya que ésta también varía en función de diferentes aspectos (fatiga muscular, deshidratación, temperatura, nivel de descanso, etc), la posibilidad de disponer de una herramienta que nos permita medir la intensidad de una forma prácticamente exacta (± 2% de margen de error) ya debería resultar interesante, ¿No?
Dicho esto, vamos a tratar de explicar de una forma muy sencilla diferentes aportaciones que nos ofrecen estos instrumentos (que a pesar de parecer novedosos llevan utilizándose varios años), frente al entrenamiento convencional por frecuencia cardíaca.
1- Precisión y calidad de los datos
La FC tiene cierto desfase de tiempo en aumentar o disminuir en relación a la intensidad con la que pedaleamos. Esto quiere decir que a la hora de incrementar la intensidad de pedaleo, la FC tardará en aumentar debido a que ésta no es instantánea.
Como consecuencia de esto se producen intensidades de pedaleo excesivas, ya que tratamos de llegar a la zona de frecuencia cardíaca que queremos trabajar de la forma más rápida pedaleando a potencias superiores.
Esto no ocurre con el uso del potenciómetro, debido a que desde un inicio trabajaremos dentro de la potencia deseada independientemente de lo que tarde en elevarse la FC.
2- Interpretar los datos de FC con ayuda del potenciómetro.
Una de las adaptaciones del entrenamiento aeróbico es la mejora en la eficacia del trabajo del corazón. Esto nos permitirá obtener una FC menor para una misma intensidad.
Gracias al potenciómetro podremos interpretar estas mejoras en cuanto a FC así como conocer y cuantificar nuestras adaptaciones al entrenamiento aeróbico.
3- Control del rendimiento
Gracias a diferentes programas de análisis de la potencia podremos seguir la evolución de nuestra condición física basándonos en mejoras en nuestra potencia a diferentes intervalos de tiempo.
Durante estas mejoras también podremos enfocar de una forma mucho más acertada el momento óptimo de forma física para el día de la competición. Basándonos en la interpretación de datos obtenidos con diversas fórmulas matemáticas seremos capaces de predecir el tan esperado pico de forma.
4- Analizar competiciones y entrenamientos
¿Pedaleaste en exceso en la última competición y no llegaste en el grupo de cabeza? ¿Realizas repeticiones a una intensidad elevada y tienes la sensación de que cada vez lo haces más lento?
Estas y otras cuestiones se responden usando un medidor de potencia.
En el caso de la primera, podremos analizar el tramo de competición y saber en qué momento utilizamos energía en exceso y que ocurrió durante el transcurso de la carrera.
En la segunda es más sencillo aún, si nos basamos en un entrenamiento a VO2máx (por ejemplo 5*5´, en FC pongamos unas pulsaciones en torno a 180-185 y en vatios 320-340).
Fijándonos en la FC tal vez no lleguemos en las últimas repeticiones a pulsar en la zona establecida, pero ¿estamos pedaleando con menos intensidad?
Si este mismo entrenamiento lo realizamos con un medidor de potencia podremos ver en qué repetición exacta estamos pedaleando por debajo de la potencia establecida, sabiendo de este modo el momento en el cual podremos dejar de hacer este tipo de trabajo o aumentar el tiempo de descanso para seguir produciendo la potencia deseada posteriormente.
5-Identificar puntos fuertes y débiles
¿Somos buenos sprinters, o por el contrario lo nuestro son las cronos de 1h?
Identificar los puntos débiles de un ciclista gracias a la creación del perfil de potencia nos permitirá saber nuestros puntos débiles y fuertes para cada modalidad, situación o duración de nuestra actividad.
Realizar diferentes test y crear un perfil de potencia individual, para posteriormente compararlo con valores de referencia, nos aportará también datos muy importantes a la hora de planificar nuestro entrenamiento.
También nos permitirá dosificar en competición y a no “gastar balas” en ciertos momentos.
Estos son algunos de los puntos más relevantes a la hora de comparar ambos elementos. No obstante, como hemos dicho anteriormente son dos valores que se complementan y que pueden aportarnos mucha información de cara a la planificación y realización de nuestras salidas y competiciones.
Si tienes dudas o quieres saber más, puedes escribirnos a info@try-it.es